treinta

Daniela Tejas Miguez
2 min readJun 16, 2021

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En un mes cumplo treinta años. No estoy para nada donde quería estar a esta edad. Y qué paz.

Lloro y me rió de pensar qué cabrona es la vida.

Lloro porque chale: qué año, qué década, qué meses, qué días. Me rió porque estoy feliz, dentro de todo y a pesar de todo. La vida es cabrona pero ya le estoy agarrando el modo. Mis ojos han visto tanto, mis piernas han bailado tanto, mi boca ha besado a tantas personas, mis dedos han pasado tantas páginas de tantos libros, mi corazón ha sentido tantísimo dolor y tantísimo amor que parece que he necesitado dos corazones para llegar aquí.

Mirar a estos casi treinta años y ver cuánta tristeza, cuánta pérdida y cuántos duelos. Llevo ya lo que parecen muchas vidas diferentes: la Daniela que luchó incansablemente para salvar relaciones destinadas al fracaso, la Daniela que ha viajado sola tantas veces porque perder el rumbo a propósito parece tener su encanto, la Daniela que ha huído y ha regresado, la Daniela que pelea y la que está cansada de pelear, la Daniela que ha experimentado (aventarse de muchos abismos) y que casi nunca se ha quedado con las ganas de nada, la que se ha atrevido a hacer cosas que daban tanto miedo, y ha valido la pena. Treinta años casi de la Daniela que es un desastre muy ordenado pero desastre al fin. Y otra vez, qué paz.

Mirar atrás y ver también que dentro del caos y los planes que no han salido como había planeado ha habido una cantidad inmensa de amor, cuánto amor, cuánto éxito, cuántos vínculos inimaginables con mis amigas y mi familia, cuánta poesía, cuántos caminos que no he recorrido y que tengo la posibilidad de recorrer. Ver hoy que el mundo es vasto, si así lo quieres. Y sólo ver cuánto amor he tenido en los cinco últimos días. Me han sostenido. Tengo el corazón lleno, rebosante.

Y pues nada, sí que es verdad eso de que -it takes a village-. Se necesita mucho para que alguien (yo) llegué a sus casi treinta años sabiéndose amada, cuidada y muy afortunada. Lista para ver más, bailar más, besar más, leer más, sentir más, caminar más: sin rumbo pero con ritmo. Así que esperen la gran celebración y felicítenme mucho en un mes.

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Daniela Tejas Miguez

Corredora, bordadora, chingona y bisexual. Feminista vs el fascismo, el racismo y la transfobia. En eterna búsqueda del placer, el goce, la magia y el buen té.